El Frente Digital

Análisis de la digitalidad como espacio político y de clase.

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EL FRENTE DIGITAL

Este documento pretende desenvolverse en algunos de los inquietantes cambios de escenario de lucha clasista originados por la digitalidad y promover un nuevo enfoque teórico y organizativo para aquellos revolucionarios que pretenden vencer en el mundo hiperconectado.

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MARXISMO NOT FOUND

El marxismo estuvo desacoplado desde el inicio de los proyectos de redes comunicacionales; esto no es casual. La década de 1970 estuvo marcada por los roces más peligrosos de la Guerra Fría, la ola guerrillerista mundial en el seno de las organizaciones de izquierda y en aquellos experimentos teórico-prácticos de redes alternativas como pudieron ser OGAS en la URSS y Cybersyn en Chile, aunque significativos no pudieron lograr establecerse como una línea de investigación y elaboración marxista hasta el siglo presente con la nueva corriente intelectual “cibercomunista”. El hacktivismo en cuanto a cultura digital politizada emergente encontró —ante la ausencia del marxismo— como vehículo para sus reivindicaciones clasistas al anarquismo autonomista, cuya mayor influencia fue Hakim Bey. Llegados los años 2000 el marxismo golpeado por la caída de la URSS se encontraba replegado de la digitalidad en tanto la consideraba un medio de comunicación más y no un espacio político, mientras los hacktivistas golpeados —por la Operación Sundevil en EEUU— se organizaron en la Coalición Internacional de Hackers. Durante este periodo se da una intensa actividad propagandística con el hacking, denunciando los abusos de las empresas multinacionales, la censura del estado y las violaciones de derechos humanos en múltiples países del globo. Pasado el 2010, el marxismo continúa sin dar respuestas teóricas y prácticas a la creciente integración de la sociedad y la digitalidad, la Primavera Árabe, Occupy Wall Street y el Movimiento de Desocupados en España mostraron el potencial de la digitalidad para la movilización espontánea, las redes sociales masivas y privativas fueron utilizadas para entregar el mensaje de alarma a las masas; sin embargo, el ciberpopulismo aunque pudo derribar gobiernos autoritarios perdió eficacia rápidamente con el aumento del control de tendencias de las empresas tecnológicas y la inestable unidad de los grupos políticos. Otro fenómeno son los partidos surgidos desde la digitalidad, como los Partidos Piratas. Estas agrupaciones de democracia horizontal poseen una política unidireccional sobre la digitalidad que carece de visión panorámica sobre el sistema capitalista y la relación de las clases, son por decirlo así, una “Zona Atemporalmente Autónoma” entre las instituciones burguesas y sectores obreros y jóvenes de clase media. Por estas razones, son incapaces de armar a las masas para derrotar al sistema de explotación.

En la actualidad las grandes agrupaciones marxistas continúan con el sesgo de no reivindicar -de forma orgánica, en sus organizaciones- la lucha digital como parte de la lucha de clases, es más, se encuentra el efecto opuesto, la “digitalización del partido” convertido en dependiente de un gran servidor online con variado contenido multimedia. Este proceder inorgánico no solo hace al partido sumamente vulnerable ante un ataque digital organizado, también impide empalmar con aquellos que pueden evitar o mitigar este tipo de daño, los hacktivistas. Por otro lado, han surgido algunos hacktivistas revolucionarios que, desde una acción guerrillera —digital— o desde colectivos que brindan herramientas o servicios, proponen revertir esta situación. Phineas Fisher, DEFSEC, Matapacos, Colectivo Disonancia, Colectivo 406, RiseUp y Autistici son algunos de estos exponentes.

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EL FRENTE DIGITAL

La apertura mercantil, la disponibilidad de smartphones y la extensión de la conectividad han reconfigurado la sociedad capitalista tradicional, sin alterar sus bases, el Estado, el mercado, la propiedad privada y las clases sociales. El Frente Digital es aquella dimensión tecno-cultural que tiene relación con todas las demás esferas de la vida social y que gesta con sus opresiones un frente de lucha que puede estar conectado con la lucha de clases general o no, dependiendo de los actores políticos. El Frente Digital posee las siguientes características:

- Fue creado y reformado por los capitalistas, son, además, los que tienen el control por medio de la legislación, las fuerzas represivas, dispositivos y agencias de vigilancia y otros medios ilegales.

- En él se reproducen —y a veces se exponencian— las opresiones del sistema capitalista. Estas han originado a diversos movimientos políticos antagónicos desde la digitalidad, como el Software Libre, Pirata, Phreaker y Hacker.

- Dispone de la capacidad de compartir información cultural en tiempo real, no son solo cables y dispositivos, también es lo que se distribuye y cómo esto afecta a la propia red y lo externo a ella.

- Posee jerarquía. Los capitalistas disponen de los medios técnicos —con los financieros— para controlar la información compartida sin perjudicarse, a su vez que pueden pagar perjudicar a otros. Con su capital pueden crear empresas que brinden servicios masivos. La clase obrera, en cambio, en su rol de “usuarios” están a disposición los servidores capitalistas y, aunque puedan crear servidores propios —de clase— estos se ven limitados en su extensión para las masas por los mecanismos promercado y la falta de conocimiento del propio frente digital.

- Las redes sociales han sustituido a otros medios de información y por medio de estas se proyectan las agendas de la clase capitalista.

- La mercadotecnia digital ha avanzado tanto con los algoritmos y las inteligencias artificiales que han podido crear aplicaciones que generan adicción en su uso por medio de la manipulación del sistema de recompensas cerebral.

- En el Frente, una acción de control por parte del Estado sobre la digitalidad genera procesos de organización y movilización en la esfera política. Una acción de control global por parte de los Estados generan procesos de organización y movilización globales.

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NUEVA VANGUARDIA

El autonomismo, la ciberpropaganda y el ciberpopulismo son fenómenos que se explican en la ausencia de un programa revolucionario que integre la esfera política y digital. Estos 50 años de activismo digital pueden explicarse junto al problema de dirección internacional de la clase obrera, la diáspora y la competencia de organizaciones marxistas por la hegemonía política. Forjar una nueva dirección internacional implica también elaborar un programa digital revolucionario y para ello debemos dimensionar las complejidades del Frente Digital.

La próxima vanguardia debe tener en cuenta al Frente Digital para elaborar su política. Elaborar política para este frente implica realizarlo de forma orgánica, instruyendo a militantes hasta su profesionalización por medio de la lucha de reivindicaciones políticas de la digitalidad que ha comprobado la historia pueden generar, acompañar y profundizar fenómenos de masas. Esto no implica abandonar la arena política tradicional, al contrario, integrar ambas en la medida que la lucha de clases así lo requiera. Tomar esta tarea seriamente no solo como punto de partida para el agrupamiento, también es condición necesaria para la revolución misma en la que tomar la infraestructura de red del estado implica poder crear un plan de como gestionarla para vencer a las fuerzas hostiles externas e internas y extender la revolución al mundo.

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Autores: Chrono y Aucas

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